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lunes, 14 de julio de 2025

Rhea Bullos: La Niña que Ganó 3 Oros Sin Zapatillas y Conmovió al Mundo

 ¿Qué pasaría si te dijeran que para ganar solo necesitas correr… aunque no tengas zapatillas?

Así comenzó la historia de una niña de 11 años que, con vendas en los pies y determinación en el alma, conquistó no solo la pista de atletismo, sino también los corazones de millones en todo el mundo.

Si te conmovió este post, sigue leyendo La historia real del jugador de la NFL de la película The Blind Side.

La Niña que Ganó 3 Oros Sin Zapatillas y Conmovió al Mundo

Una atleta sin recursos, pero con un sueño

Rhea Bullos es una joven corredora originaria de Filipinas. En diciembre de 2019, su nombre comenzó a dar vueltas por internet tras una imagen que rompía todos los estereotipos del deporte: una niña compitiendo sin zapatillas deportivas, solo con sus pies envueltos en vendas médicas y el logo de Nike dibujado con marcador negro.

Lo hizo no por arte, ni por marketing, sino por necesidad.

Ella participaba en los Iloilo Schools Sports Council Meet, una competencia escolar de atletismo en Filipinas. Su familia no podía costearle unas zapatillas deportivas, y eso no le impidió presentarse. Con ayuda de su creatividad, Rhea transformó vendas médicas en un símbolo de esfuerzo, escribiendo en ellos los logos de marcas deportivas como si fueran sus verdaderos zapatos.

Y no solo compitió. Ganó.

Oro en 400, 800 y 1500 metros

Con esos "zapatillas improvisadas", Rhea Bullos arrasó en tres pruebas:

  • 400 metros
  • 800 metros
  • 1500 metros

Su velocidad sorprendió a todos los asistentes y, pronto, al mundo entero. Las fotos de sus pies vendados y el logo de Nike se volvieron virales en redes sociales, donde la historia fue compartida por miles de usuarios que no podían creer lo que estaban viendo.

Muchos aplaudieron su determinación, su humildad y su capacidad de competir sin excusas. Rhea no pidió compasión, pidió una pista donde correr. Y corrió como una campeona.

Más allá del podio: un mensaje que inspira

Lo que hizo Rhea va más allá de ganar tres medallas. En un mundo donde el marketing deportivo y las marcas dominan el discurso, ella demostró que el verdadero talento no se compra, se entrena.

Su historia se convirtió en un símbolo de lucha contra las desigualdades en el deporte infantil. Hay miles de niñas y niños como Rhea que no tienen acceso a ropa técnica, instalaciones adecuadas o entrenadores profesionales, pero sí tienen pasión, disciplina y sueños enormes.

Su caso también encendió un debate global sobre cómo los recursos (o la falta de ellos) afectan las oportunidades de los atletas jóvenes en países en desarrollo. Muchos atletas de élite, incluidos algunos campeones olímpicos, comenzaron su carrera corriendo descalzos en calles de tierra.

¿Y qué pasó después?

Tras volverse viral, la historia de Rhea Bullos captó la atención de medios y organizaciones deportivas. Según informaron medios locales en Filipinas, varias instituciones y personas comenzaron a ofrecerle apoyo, incluyendo zapatillas deportivas reales, ropa de entrenamiento y seguimiento de su carrera atlética.

No está confirmado si Nike llegó a contactarla directamente, pero su historia fue tan potente que la marca fue mencionada en todo el mundo sin gastar un solo dólar en publicidad.

Desde entonces, Rhea continúa su camino como atleta, pero también como referente para muchos niños y niñas que creen que "no tener" significa "no poder". Ella les demostró lo contrario.

Un ejemplo para el deporte… y para la vida

Hay muchas formas de ganar. Algunas se celebran con trofeos, otras con portadas en revistas, y algunas simplemente con una imagen que emociona hasta las lágrimas.

La historia de Rhea Bullos nos recuerda algo que a veces olvidamos:

El deporte no empieza con una marca, ni con una pista perfecta. Comienza con las ganas de correr.

No hace falta tenerlo todo para darlo todo.

jueves, 10 de julio de 2025

Niels Laros y su Remontada Épica: La Primera Victoria que Marcó su Leyenda en la Diamond League

¿Se puede escribir una página de historia en tan solo 100 metros? Niels Laros lo hizo. Y no solo eso: lo hizo con 20 años, en uno de los escenarios más prestigiosos del atletismo mundial, contra una alineación de gigantes y con un desenlace que nadie se esperaba.

Este no es el típico triunfo de un atleta prometedor. Es el nacimiento de una nueva estrella. Es el momento exacto en que una promesa se convierte en realidad.


Niels Laros y su Remontada Épica

El joven neerlandés que ya no necesita presentación

Niels Laros, nacido en 2005 en los Países Bajos, venía siendo observado con atención por los amantes del atletismo. No era para menos: campeón europeo sub-18, sub-20 y sub-23, campeón absoluto en 2023 y finalista en el Mundial con tan solo 18 años, donde se enfrentó sin complejos a nombres como Jakob Ingebrigtsen o Josh Kerr.

En los Juegos Olímpicos de París 2024, terminó sexto en la final de los 1500 metros, lo que ya anunciaba que su techo estaba aún por descubrir.

Pero lo que ocurrió en la Bowerman Mile de la Diamond League fue otra cosa. Fue poesía deportiva. Fue épica pura.

Un escenario de élite, una carrera de locura

El Bowerman Mile es una de las pruebas más esperadas del calendario de la Diamond League, con sede en Eugene, Oregón, Estados Unidos. Un lugar donde solo brillan los grandes. Donde cada centésima cuenta. Donde una mala estrategia te condena… y un cierre perfecto te inmortaliza.

La lista de competidores lo decía todo: Yared Nuguse (subcampeón mundial y medallista olímpico), Cole Hocker, Azeddine Habz (quien había corrido 1500 metros en 3:27.49) y otras figuras del mediofondo global. Un pelotón cargado de talento, experiencia y hambre de gloria.

Y en medio de ellos, Laros. El más joven. El menos esperado. El que, a falta de 500 metros, iba 12.º en la fila.

Una remontada que nadie vio venir

Cuando faltaban 500 metros, todo parecía definido: Habz lideraba con solidez, Hocker agazapado, y Nuguse preparaba su ataque final. Mientras tanto, Laros seguía entre los últimos, aparentemente sin reacción. Pero entonces ocurrió lo impensado.

En los últimos 200 metros, aceleró como si el resto estuviera quieto. En los últimos 100, voló.

Con una zancada potente, sin titubeos y un remate digno de los mejores sprinters, Niels cubrió los últimos 100 metros en 12.7 segundos, adelantando uno a uno a sus rivales. El reloj marcó 3:45.94 cuando cruzó la meta… ¡una sola centésima por delante de Nuguse (3:45.95)! Una diferencia casi invisible, pero suficiente para escribir su nombre en la historia.

¿Qué significa esta victoria para el atletismo?

Esta no es solo una victoria más. Es un punto de inflexión. El momento en que el mundo del mediofondo reconoce que Niels Laros no es el futuro, es el presente.

Su forma de correr, su valentía táctica y su final demoledor revelan algo que va más allá del talento: visión, inteligencia y coraje. Ganar una carrera es difícil. Ganarla viniendo desde atrás, contra los mejores, es otra liga.

Laros no solo ganó: demostró que puede definir carreras con la cabeza fría y las piernas calientes, una combinación que solo tienen los campeones.

El renacimiento del mediofondo europeo

En una disciplina tradicionalmente dominada por atletas africanos y estadounidenses, el mediofondo europeo vive una nueva generación dorada. Nombres como Jakob Ingebrigtsen, Josh Kerr y ahora Niels Laros están reescribiendo las jerarquías.

Con solo 20 años, Laros representa una nueva camada que mezcla preparación científica, enfoque mental y un espíritu de lucha inquebrantable.

¿Qué sigue para Niels Laros?

El calendario atlético apenas comienza a brillar para Laros. Con esta victoria en la Diamond League, no solo gana prestigio y puntos: gana respeto. Los rivales ya no lo verán como “el joven que promete”, sino como un serio candidato al podio en París 2028 o incluso en los próximos Mundiales.

Además, esta victoria en la milla lo posiciona como uno de los pocos atletas europeos en ganar esa distancia en suelo estadounidense, algo que no sucedía desde hace años.

Una nueva figura para inspirar a las nuevas generaciones

En un mundo donde el deporte vive saturado de cifras, patrocinios y mediatización, historias como la de Laros son aire fresco. Son recordatorios de que el talento, cuando se combina con trabajo y osadía, puede cambiar el guion más esperado.

Niels Laros es ya inspiración para miles de jóvenes atletas. Su nombre empieza a ser leyenda. Y lo más emocionante: su historia recién comienza.

Si te gustó este post, te invitamos a leer la historia del corredor Cliff Young en nuestro blog Mundo Deportes.

sábado, 28 de junio de 2025

Terry Fox: el héroe que corrió con una sola pierna y conmovió al mundo

 ¿Qué lleva a un joven de 21 años a correr una maratón diaria durante meses, con una pierna ortopédica, desafiando el dolor, el clima y el cáncer? La respuesta tiene nombre y apellido: Terry Fox. Su historia es más que una hazaña deportiva. Es un símbolo de esperanza, humanidad y coraje. Y un día como hoy, el 28 de junio, el mundo lo recuerda con orgullo y emoción.

Si te gustó este post, no te pierdas la historia de Cliff Young: El Corredor que demostró que la edad es solo un número, en nuestro blog Mundo Deportes.

Terry Fox

El inicio de una historia que inspiraría al planeta

Terry Fox nació en Winnipeg, Canadá, en 1958. Como cualquier joven canadiense, amaba el deporte: jugaba al baloncesto, corría, vivía con intensidad cada entrenamiento. Pero todo cambió cuando, a los 18 años, le diagnosticaron osteosarcoma, un tipo de cáncer óseo agresivo. La única opción: amputarle la pierna derecha por encima de la rodilla.

Para muchos, esto habría significado el fin de los sueños deportivos. Para Terry, fue el comienzo de uno mucho más grande.

La chispa que encendió la Maratón de la Esperanza

Durante su tratamiento en el hospital, rodeado de pacientes, muchos de ellos niños, Terry presenció una realidad devastadora: el dolor físico era inmenso, pero la falta de recursos para la investigación del cáncer era aún más desalentadora.

Allí, nació una idea imposible: correr a lo largo de Canadá para recaudar fondos y concientizar sobre el cáncer. Su objetivo era reunir un dólar por cada canadiense. En ese momento, Canadá tenía alrededor de 24 millones de habitantes. Pocos creyeron que fuera posible. Pero Terry nunca fue como los demás.

1980: una maratón por la vida

El 12 de abril de 1980, en St. John's, Terranova, Terry sumergió su pierna ortopédica en el océano Atlántico. Así comenzó la "Maratón de la Esperanza", una travesía de más de 8.000 kilómetros con destino final en Vancouver, en la costa del Pacífico.

Terry corría un promedio de 42 kilómetros por día, lo equivalente a una maratón diaria. Su manera de correr, con un ritmo desigual producto de la prótesis, llamó la atención de los medios. Al principio, lo ignoraban. Luego, se volvió una figura nacional.

Su perseverancia y humildad tocaban una fibra sensible. No pedía fama. Solo pedía ayuda para combatir el cáncer.

Dolor, cansancio y un país unido

Cada paso de Terry estaba marcado por el dolor. El roce constante con la prótesis le generaba llagas. Las condiciones del clima canadiense eran extremas. En muchos pueblos, al inicio, fue recibido con indiferencia. Pero su mensaje, su voluntad, su ejemplo, comenzaron a generar un efecto dominó.

Poco a poco, los medios comenzaron a seguirlo. Las donaciones aumentaban. Las comunidades salían a las rutas a animarlo. Terry estaba cambiando el país.

Durante 143 días consecutivos, Terry corrió un total de 5.373 kilómetros a través de seis provincias. No era un atleta profesional. Era un joven común con una meta extraordinaria.

El final inesperado del viaje

El 1 de septiembre de 1980, cerca de la ciudad de Thunder Bay, Ontario, Terry sintió un dolor intenso en el pecho. Fue hospitalizado. La noticia fue devastadora: el cáncer había regresado, esta vez a sus pulmones. La Maratón de la Esperanza debía terminar… al menos en lo físico.

La reacción fue inmediata. El país entero se movilizó. Las donaciones se dispararon. En vida, Terry vio cómo su sueño se cumplía: se recaudaron más de 24 millones de dólares para la investigación del cáncer.

El legado inmortal de un héroe

Terry Fox murió el 28 de junio de 1981, a los 22 años. Pero su historia no terminó ahí. En realidad, recién comenzaba.

Cada año, en su honor, se celebra la Terry Fox Run, una de las mayores carreras benéficas del mundo sin fines de lucro. Más de 60 países participan en esta jornada, donde millones de personas caminan, trotan o corren por una causa: continuar la lucha contra el cáncer.

Hasta hoy, la Fundación Terry Fox ha recaudado más de 850 millones de dólares para la investigación oncológica. Y lo más importante: ha inspirado a generaciones enteras a creer que los límites están para romperse.

¿Por qué Terry Fox sigue siendo relevante?

Porque en un mundo donde el éxito se mide muchas veces en fama, Terry mostró que la verdadera grandeza está en el propósito. Porque, aunque tenía solo una pierna, corrió más lejos que muchos con las dos. Y porque su historia recuerda que todos podemos hacer algo por los demás.

Terry no era perfecto. Era humano. Y es justamente esa humanidad la que conecta con millones. No fue un mártir. Fue un joven que eligió pelear, que no se rindió, que usó el deporte como plataforma para transformar realidades.

El deporte como herramienta de cambio social

La historia de Terry Fox es también una lección sobre el poder del deporte. No como espectáculo, sino como puente. Como lenguaje universal. Como canal de valores. Cuando el deporte se aleja del ego y se pone al servicio de causas nobles, suceden milagros.

Correr, en el caso de Terry, no fue solo una actividad física. Fue una declaración de intenciones. Una forma de decir: “Estoy aquí. Quiero cambiar el mundo. Acompáñenme.”

¿Cómo podemos seguir su ejemplo?

No necesitas correr 8.000 kilómetros ni tener una fundación para seguir el legado de Terry Fox. Basta con mirar a tu alrededor y preguntarte: ¿cómo puedo ayudar?

  • Puedes participar en alguna carrera solidaria.
  • Donar a causas de investigación médica.
  • Contar la historia de Terry para que otros se inspiren.
  • O simplemente, no rendirte ante la adversidad, como él lo hizo.

Conclusión: recordar es continuar

Hoy, 28 de junio, honramos a Terry Fox no solo por lo que hizo, sino por lo que nos enseñó. Que el coraje es más fuerte que el miedo. Que el dolor puede convertirse en motor. Que un solo paso puede iniciar una revolución.

Su Maratón de la Esperanza no se detuvo en Thunder Bay. Continúa cada vez que alguien decide actuar, ayudar o soñar en grande.

jueves, 12 de junio de 2025

Beneficios para la Salud de Salir a Caminar con tu Perro

Salir a caminar es una de las formas más simples y efectivas de mejorar la salud, pero hacerlo acompañado de tu perro convierte esa rutina en algo mucho más especial. No solo se trata de ejercicio físico, sino de una experiencia integral que potencia tanto tu bienestar como el de tu mascota.

Al caminar con tu perro, activas una serie de beneficios físicos que se reflejan en tu cuerpo casi de inmediato: mejoras cardiovasculares, control del peso, aumento de la resistencia y fortalecimiento del sistema inmune. Pero lo más interesante ocurre en tu mente. Caminar con tu perro tiene un efecto relajante, reduce la ansiedad y proporciona una sensación de calma difícil de igualar.

Y es que salir a caminar o a correr tiene muchos beneficios para la salud y hacerlo acompañado se hace mucho más fácil y divertido... y si quieres agregarle un extra, hazlo con tu amigo de cuatro patas como recomienda Solo Perros.

No es casualidad que muchas terapias de salud mental incluyan paseos al aire libre o contacto con animales. Esta combinación tiene un poder casi terapéutico. Si además lo haces de forma regular, verás cómo tu humor mejora, duermes mejor y te sientes más conectado contigo mismo y con tu entorno.

Beneficios para la Salud de Salir a Caminar con tu Perro

Salud física: el poder del ejercicio compartido

Caminar a paso ligero, correr o incluso hacer senderismo con tu perro es una forma fantástica de mantenerte activo sin que se sienta como una obligación. Las caminatas regulares ayudan a mejorar tu circulación sanguínea, reducir la presión arterial y mantener tu corazón fuerte.

Para quienes no disfrutan del gimnasio o tienen dificultades para mantener rutinas, incorporar a su perro en estas actividades puede ser el cambio que necesitaban. Los perros son excelentes compañeros de entrenamiento: no se quejan, siempre están listos para moverse y su energía es contagiosa.

Por supuesto, no se trata solo de tu salud. Tu perro también necesita moverse. Un paseo diario lo mantiene ágil, fortalece sus músculos, mejora su digestión y ayuda a evitar la obesidad. Además, mejora su comportamiento: un perro que hace ejercicio es un perro más tranquilo en casa.

Tanto caminar como correr con tu perro es posible, siempre y cuando tengas control sobre tu mascota. Es necesario que sepa respetar quién lleva el ritmo para que ambos se sientan cómodos y no sea una odisea salir a pasear con tu perro.

Bienestar emocional y mental: una terapia con patas

El impacto de un paseo diario va mucho más allá de las calorías quemadas. Tu estado emocional se ve profundamente influenciado por tu nivel de actividad y, sobre todo, por el tipo de compañía. Caminar con tu perro crea un espacio de relajación donde el estrés se disuelve y la ansiedad disminuye.

Cuando estamos con nuestras mascotas, liberamos oxitocina, también conocida como la hormona del amor. Esta sustancia química es responsable de generar sensaciones de seguridad, cariño y felicidad. Salir con tu perro refuerza ese vínculo y actúa como un ansiolítico natural.

Además, hay algo liberador en ver a tu perro disfrutar del momento: olfateando todo, moviendo la cola, saltando de emoción por algo tan simple como una rama. Esa alegría pura y simple se contagia. Es difícil no sonreír cuando tu perro te mira esperando la próxima aventura.

Conexión y vínculo: más que una correa, una relación

Los paseos diarios son también una oportunidad para reforzar el lazo emocional con tu perro. El tiempo compartido en movimiento, lejos de distracciones digitales, genera una conexión única. Tu perro aprende a confiar en ti, a seguir tu ritmo, y tú aprendes a leer sus señales, entender sus tiempos y necesidades.

Durante estos paseos, no solo se afianza la obediencia, también se desarrolla una comunicación no verbal muy poderosa. Aprendes cuándo está nervioso, cuándo se siente feliz o curioso. Él, por su parte, reconoce tu tono de voz, tus intenciones y tu estado de ánimo.

Además, es una excelente forma de socializar. Los parques para perros o los senderos naturales son espacios donde se encuentran otros humanos y perros. Estas interacciones mejoran las habilidades sociales de tu perro y pueden darte la oportunidad de conocer a otros amantes de los animales.

Despejar la mente: paisajes, aire libre y equilibrio emocional

Uno de los mayores beneficios de caminar con tu perro es la oportunidad de desconectarte de las preocupaciones. Caminar en un entorno natural, sin prisas, con la única compañía de tu perro, es casi una forma de meditación activa.

Entre los beneficios, más allá de la salud, también es una buena manera de salir a despejarse, de pasear por lugares bellos y admirar paisajes bonitos, tomar aire.

Caminar en espacios verdes mejora la oxigenación del cerebro, reduce el cortisol (la hormona del estrés) y estimula la creatividad. Si a esto le sumas la presencia de tu perro, el efecto es doblemente positivo: estás en movimiento, estás en la naturaleza y estás con un ser que te quiere sin condiciones.

Este tipo de salidas también rompe con la rutina, especialmente si eliges caminos diferentes o exploras nuevos lugares. La variedad de paisajes mantiene tu mente activa y despierta tu sentido de la aventura.

Correr o caminar: cómo adaptar la actividad a tu ritmo y al de tu perro

Cada binomio humano-perro es único. Algunos disfrutan de largas caminatas tranquilas, otros prefieren trotar o correr a paso rápido. Lo importante es encontrar un ritmo que funcione para ambos.

Antes de empezar a correr con tu perro, asegúrate de que su raza, edad y condición física lo permiten. Algunas razas están hechas para correr (como los labradores o los border collie), otras no tanto. Si tienes dudas, consulta con tu veterinario.

La clave está en la progresividad. Empieza con paseos cortos y ve aumentando la duración y la intensidad. Lleva siempre agua para ambos, protege sus almohadillas si el suelo está caliente o irregular, y evita salir en horas de mucho calor.

Tu perro debe aprender a seguir tu paso, sin tirones ni detenciones constantes. Con paciencia y práctica, lograrán un ritmo fluido y armonioso.

Recomendaciones para paseos placenteros y seguros

Para que la experiencia sea realmente positiva, hay que tener en cuenta algunos aspectos prácticos:

  • Correa adecuada: usa una que te dé control pero que también permita libertad de movimiento.
  • Premios o snacks: ideales para reforzar comportamientos positivos durante el paseo.
  • Bolsa para desechos: fundamental para mantener el entorno limpio.
  • Atención al entorno: mantente alerta a otros perros, tráfico o personas que puedan alterar a tu perro.

Además, ten en cuenta que los perros también se aburren de la rutina. Cambiar la ruta o el parque de vez en cuando puede hacer una gran diferencia en su entusiasmo y comportamiento.

Hábitos que se construyen caminando: rutina y constancia

Como todo en la vida, los beneficios reales vienen con la constancia. Un paseo ocasional no hará la diferencia, pero una caminata diaria sí. Establecer horarios fijos para salir a caminar genera una rutina positiva tanto para ti como para tu perro.

Además, este hábito puede transformar tu día. Empezar la mañana con una caminata activa te llena de energía; hacerlo por la tarde te ayuda a cerrar el día con tranquilidad. Sea cual sea el momento que elijas, notarás cómo tu cuerpo y tu mente responden positivamente.

Y, quizás lo más importante, tu perro lo agradecerá. Porque para él, ese momento contigo no es solo ejercicio: es felicidad pura.

viernes, 7 de febrero de 2025

Cliff Young: El Corredor que Demostró que la Edad es Solo un Número

Hoy queremos presentar la increíble historia de Cliff Young, un granjero australiano de 61 años que desafió todas las expectativas y corrió hacia la historia. En 1983, durante la masacre Sydney-Melbourne Ultramaratón de 875 kilómetros, los experimentados atletas se presentaron con equipos de última tecnología, todos menores de 30 años y con patrocinadores. Entonces vino Cliff, usando un traje de trabajo y galos sobre botas. Sin ninguna formación profesional, simplemente se posicionó en la línea de salida, listo para correr como lo había hecho toda su vida con rebaño de ovejas.

Cliff Young: El Corredor que Demostró que la Edad es Solo un Número

Cliff nació en 1922 en el seno de una familia campesina pobre en Victoria, Australia. Criado en la granja de ocho millas cuadradas de la familia, no tuvo acceso a caballos o coches durante la mayor parte de su vida. Así, se convirtió en su propio medio de transporte. Cuando llegaban las tormentas, Cliff salía a pie para rodear a las 2000 ovejas de la granja, corriendo a veces durante días. A los 57 años de edad, Cliff descubrió las carreras de larga distancia y decidió perseguir esta nueva pasión con la misma dedicación que puso en el pastoreo de ovejas, sin pensar que su edad podría ser un obstáculo.

En el inicio del ultramaratón, medios de comunicación y espectadores quedaron conmocionados. Delante de ellos estaba un anciano, sin equipo, patrocinador o estrategia de descanso. La mayoría de los corredores pretenden terminar en unos cinco días, corriendo 18 horas y durmiendo seis cada día. Pero Cliff no conocía esta estrategia y las carreras como siempre lo hizo, continuando a través de la noche y al día siguiente sin parar. Cada día se quedaba atrás, pero cada noche, mientras los otros dormían, Cliff ganaba terreno. Estaba en la cabeza en el tramo final, terminando la carrera en 5 días, 15 horas y 4 minutos, venciendo al subcampeón por diez horas.

Su victoria sorprendió e inspiró a la nación, pero Cliff se mantuvo humilde. Cuando se le ofreció el premio de 10.000 $, decidió dividirlo a partes iguales entre los participantes, negarse a quedarse un solo penique para él. Este gesto, junto con su resistencia y determinación, lo convirtieron en un héroe nacional. En los años siguientes, Cliff siguió corriendo, intentando incluso una ruta de 16.000 kilómetros para recaudar fondos para niños sin un hogar fijo. A pesar de luchar contra el cáncer en los últimos años, Cliff estableció un récord mundial en una maratón de seis días en 2000 a la edad de 78 años. Murió en 2003, dejando un legado de perseverancia y generosidad que sigue inspirando a atletas y soñadores en todo el mundo.